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La tasa de refresco es un factor clave en la calidad de imagen de televisores, monitores y otros dispositivos con pantalla. Se mide en hercios (Hz) e indica cuántas veces por segundo se actualiza la imagen que ves. A simple vista, puede parecer un dato técnico más, pero tiene un impacto directo en cómo percibes el movimiento en la pantalla. En juegos, deportes y contenido de acción rápida, una tasa baja puede generar imágenes borrosas o con efecto de arrastre, mientras que una alta hace que todo fluya con mayor naturalidad.
El ojo humano está acostumbrado a la continuidad en el movimiento. Si una imagen cambia de forma brusca o con interrupciones, se nota. La tasa de refresco es el mecanismo que define cuán fluido se verá el contenido en pantalla.
● 60 Hz: Estándar en la mayoría de los dispositivos. Adecuado para uso cotidiano.
● 120 Hz: Mejora notablemente la fluidez, especialmente en juegos y transmisiones deportivas.
● 144 Hz o más: Común en monitores gamer. Reduce el desenfoque en escenas de acción intensa.
● 240 Hz y superiores: Exclusivo de pantallas de alto rendimiento, utilizadas en eSports y aplicaciones profesionales.
Si bien una tasa de refresco más alta mejora la experiencia visual, el contenido debe ser compatible. Por ejemplo, si una película está grabada a 24 cuadros por segundo (fps), no aprovecharás completamente una pantalla de 144 Hz.
Es fundamental comprender cómo funciona la tasa de refresco en un televisor para saber cuál se adapta mejor a tus necesidades. Un televisor con 60 Hz puede mostrar una imagen aceptable en la mayoría de los casos, pero en escenas de acción o deportes, es posible notar cierto desenfoque o pérdida de nitidez en los movimientos.
Algunos televisores incluyen tecnologías que simulan una mayor tasa de refresco, como Motion Rate o TruMotion, pero estas no siempre ofrecen los mismos beneficios que una tasa de refresco nativa alta. La diferencia es que estos sistemas agregan cuadros artificiales para suavizar la imagen, mientras que un televisor con alta frecuencia de actualización realmente procesa más imágenes por segundo.
Por otro lado, existen televisores específicamente diseñados para gaming, con tasas de refresco variables (VRR, por sus siglas en inglés) y compatibilidad con tecnologías como FreeSync y G-Sync, lo que permite una sincronización más precisa con las consolas de última generación.
La oferta actual de televisores en Guatemala incluye opciones que van desde modelos básicos hasta equipos diseñados para gaming. Para elegir el adecuado según la tasa de refresco, es clave considerar algunos aspectos:
● Tipo de uso: Si ves películas y series sin muchas escenas de acción, 60 Hz pueden ser suficientes. Para videojuegos o transmisiones deportivas, 120 Hz o más hacen una gran diferencia.
● Compatibilidad con consolas o PC: Algunos televisores con tasas de refresco variables pueden ajustarla según el contenido, evitando cortes en la imagen.
● Conexión HDMI: No todos los puertos HDMI admiten tasas altas. Para 4K a 120 Hz, se recomienda HDMI 2.1.
● Tecnologías de mejora de imagen: Algunos modelos incluyen Motion Rate o TruMotion, que agregan cuadros intermedios para simular una mayor tasa de refresco, aunque no siempre logran el mismo efecto que una tasa nativa más alta.
Si estás en busca de un nuevo televisor, revisar la tasa de refresco y su compatibilidad con otros dispositivos puede ser determinante para la calidad de imagen.
Para disfrutar de una experiencia visual fluida, además de un televisor con alta tasa de refresco, es importante contar con dispositivos y conexiones que sean compatibles con esta tecnología. De lo contrario, podrías estar limitando el potencial de tu pantalla sin darte cuenta.
Los adaptadores de TV, cables HDMI y otros accesorios pueden influir en la capacidad de una pantalla para mostrar imágenes a una frecuencia óptima. Pero hay que saber cuáles; en algunos casos, las conexiones externas pueden generar problemas como desincronización de imagen o pérdida de calidad.
Al elegir un cable o dispositivo para conectar tu televisor, revisa sus especificaciones. Por ejemplo:
● HDMI 2.0 y 2.1: Son los más recomendados para televisores modernos, ya que admiten tasas de refresco más altas y resoluciones superiores.
● DisplayPort: Más común en monitores, pero ideal para gaming por su compatibilidad con frecuencias elevadas.
● Cables de alta velocidad: No todos los HDMI son iguales. Algunos solo soportan 60 Hz, mientras que otros permiten 120 Hz o más.
Si utilizas consolas de videojuegos, computadoras o dispositivos de streaming, asegúrate de que sean compatibles con la tasa de refresco de tu televisor. De lo contrario, podrías estar viendo contenido a una frecuencia inferior a la que realmente permite tu pantalla.
La evolución de la tasa de refresco no se detiene. Las pantallas de 240 Hz ya son una realidad en monitores gamer, y en el sector de los televisores, los fabricantes continúan explorando nuevas formas de mejorar la fluidez sin comprometer la calidad de imagen.
Con la llegada de televisores con IA y algoritmos avanzados de interpolación de cuadros, la forma en que experimentamos el movimiento en pantalla seguirá mejorando. La clave será encontrar un equilibrio entre una tasa de refresco adecuada, una resolución óptima y tecnologías de mejora de imagen que realmente aporten valor.
se prioriza la resolución, una pantalla con más hercios puede hacer que la experiencia sea mucho más inmersiva. Al elegir un televisor, considerar este detalle junto con la compatibilidad de conexiones y dispositivos te permitirá aprovechar al máximo su rendimiento.